lunes, 25 de julio de 2016

Mogotes tierra Guane


Mogotes, tierra con asentamiento indígena antes de 1602, adoptó su nombre luego de reducirse este pequeño poblado para ser tomado posteriormente por el feligresado blanco y mestizo que se pobló en el valle de Mogotes autorizado en 1623 por el Arzobispo Hernando Arias de Ugarte. A finales del siglo XVII fueron registradas cerca de ciento cincuenta familias campesinas dedicadas a las labores agrícolas, con extracción de mieles de caña y levemente ganaderas, quienes a su vez construyeron en el valle la capilla con palos y paja, con altar, campanas y algunos ornamentos sagrados.

En 1702 estos feligreses hincaron un proceso para la desagregación de los doctrineros de Onzaga esperando la erección de Parroquia independiente bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y Santa Bárbara de Mogotes, petición que fue llevada a la curia arquidiocesana de Santafé; luego de tanta insistencia y oposición del doctrinero de Onzaga el 24 de Enero de 1722, el arzobispado de Santafé dicto el auto que declaraba erigida la parroquia anteriormente mencionada, tal cual como se solicitó, declarando la segregación total y delimitándola por los 4 puntos cardinales en su más vasta extensión.

El hecho de haber tenido la viceparroquia de Mogotes su alcalde propio, desde 1703, nos permite creer que ciertamente la entidad civil de Mogotes, con su organización propia, fue anterior a la erección de la parroquia como comunidad eclesiástica definitiva.
Por esto como fecha de la fundación civil de Mogotes se puede señalar el 26 de junio de 1703.

Ciertamente puede llamarse principal fundador de Mogotes al capitán don CRISTOBAL GUALDRON DE LA PEÑA, quien fue muy probablemente el primer alcalde en 1703 de la viceparroquia de Mogotes, quien dono el terreno para la fundación de la parroquia, el también encabeza la primer petición de sacerdote que administrara a los vecinos de ese lugar, obsequio la primera imagen o cuadro de nuestra señora de chiquinquira que se venero en la primitiva capilla y fue el primer mayordomo, en 1703, de la cofradía del rosario
Al organizarse la República, Mogotes se convirtió en un distrito parroquial de San Gil, con la creación del estado de Santander, pasó a integrar el departamento de Guanentá, luego, al constituirse el régimen Municipal del departamento de Santander en 1887, Mogotes se convirtió de inmediato en Municipio. Texto tomado de:  Fuente: http://www.mogotes-santander.gov.co/informacion_general.shtml





Mogotes Santander . Un día de lluvia


Hoy iniciamos nuestro recorrido cultural por el bello pueblo de Mogotes, Santander. Mogotes en un día de lluvia.






miércoles, 20 de julio de 2016

Cabrera, remanso de paz


Así llaman los cabreranos a su pueblo, remanso de paz. Es cierto, apenas el visitante llega siente que entra a un mundo tranquilo. El silencio se destaca como un habitante más y es fácil traer a la memoria las palabras del filósofo de las cosas del ayer George Steiner quien afirma “No hay que tener miedo al silencio. Solo el silencio nos enseña a encontrar en nosotros lo esencial”.  Esa posibilidad de encontrar en Cabrera lo esencial, hace que este pueblo reconforte el alma de los visitantes y puedan encontrar su dimensión espiritual, su trascendencia como seres humanos, es el escenario perfecto para un diálogo ameno y tranquilo con nuestra propia naturaleza. Cabrera se encuentra a solo 22 Km de San Gil con una extensión total de 78 Km2 su territorio limita con los municipios de Socorro y Pinchote al sur, Barichara y San Gil al oriente y con Galán y Palmar al occidente. Cabrera se localiza en las subcuencas de los ríos Suárez y Fonce esto hace que nuestra mirada se extienda al infinito, pues las montañas que rodean el pueblo crean un ambiente de abiertas sensaciones, matizadas por un cielo azul intenso, en el que las nubes blancas despliegan tranquilas sus formas abstractas. 


La primera atracción visual de Cabrera lo constituye su arquitectura que se remonta a las épocas de la colonia y que sus habitantes han sabido valorar y cuidar. Estas hermosas casas impecablemente blancas, se destacan armónicamente frente al verde de los árboles, los rayos del sol producen las sombras de los arbustos sobre las paredes de forma casi tímida, creando una sensación de amistad infinita entre la luz y las formas arquitectónicas. Es allí donde el visitante puede percatarse de los ecos de la historia que permanecen todavía con especial cuidado en cada detalle conservado , las puertas y ventanas, las cornisas, las tejas, las curvaturas de las paredes que se inclinan como saludando al visitante. Sus calles en piedra son un testimonio vivo de la historia y la importancia que esta tiene para imaginar nuestro futuro a partir de la comprensión de nuestro pasado.








Pareciera que las piedras de sus calles nos hablaran, desde cuando en 1540 el conquistador español Martín Galeano llegó a estas tierras y estableció la primera encomienda al mando de Pedro Mantilla de los Ríos. Este dominio Guane hacia el año de 1800 se encontraba densamente poblado, hecho que permitió a los vecinos de Cabrera solicitar ser erigidos en una nueva parroquia.


Es así que el 30 de julio de 1807 los señores LUIS JOSE DELGADO, RAFAEL Y ENRIQUE NÚÑEZ, DON JUAN RAMON Y BONIFACIO AFANADOR y otros, le dieron poder a DON RAFAEL TADEO NAVARRO Y ROJAS, uno de sus vecinos, para que iniciara las diligencias conducentes a erección de una parroquia en el mencionado sitio. El 23 de agosto de 1808 se dio el auto de erección de la Parroquia de nuestra señora de la Inmaculada Concepción de la Cabrera. Confirmó este auto el virrey Amar y Borbón el 08 de noviembre de 1808. 


Es aquí donde nace un aspecto casi de leyenda sobre el nombre de Cabrera. Para sus habitantes hoy en día es tradición explicar el origen del nombre de su pueblo a partir de una construcción de imaginario social tradicional que afirma que estas tierras habitadas antaño por un grupo indígena de la familia de los Guanes, Los Calvera, dio origen a su nombre actual. Sin embargo el historiador Heriberto Silva Rangel, miembro correspondiente de la Academia de Historia de Santander afirma en su libro “Bicentenario de la fundación del municipio de Cabrera Santander” nos dice que esta apología sostenida por los habitantes de Cabrera, parece ser una tradición folclórica, después de una investigación en documentos históricos ninguno de los cronistas de Indias menciona dicho cacicazgo de Calvera. De cualquier manera, en estas tierras, se pastorea el cabro que además de constituirse como plato típico, algunos asocian como origen del nombre, pero por otro lado, estas tierras eran también de dominio Guane.



Un eco de esta rica historia, se encuentra perenne en el bello templo de La Inmaculada Concepción construido en piedra y tapia pisada. Erigido entre 1839 y 1851. Es uno de los más hermosos de la región. Rico en figuras decorativas talladas en piedra, contiene símbolos con sentido libertad, porque ya en nuestros pueblos se encontraba el aire de la independencia, obtenida por nuestros libertadores en la batalla del 7 de agosto de 1819 en el puente de Boyacá. Las figuras expresan antorchas que aluden a la libertad, la riqueza agrícola de estas tierras, las hojas de tabaco cultivo tradicional ya poco frecuente en estos tiempos, también se encuentran símbolos de las armas utilizadas en las campañas libertadoras y en el frontis de la casa cural se halla tallado en piedra el escudo de Cabrera.  

El templo conserva en su interior altares de la época colonial tallados en madera de macana, son de cuidadosa elaboración con lo que hace centrar nuestra atención en lo espiritual, pues es un conjunto simbólico que sobrecoge nuestro aliento disponiéndolo hacia aspectos de trascendencia. De igual forma el coro enmarcado con un vitral de La Inmaculada Concepción influye con sus vibrantes colores calados por la luz, para que nuestro espíritu se regocije. Es de igual importancia arquitectónica la capilla del cementerio, dada al servicio de la comunidad en el año 1890. En todo este conjunto se respira no solo la influencia de la colonia española sino también el espíritu de los ancestrales indígenas Guanes, que hoy recuerdan los actuales pobladores con verdadero orgullo, en algunas piedras del parque principal se encuentran talladas algunos pictogramas, como signo de recuerdo, ya que los Guanes se caracterizaron por su inteligencia y organización social, tenían sus propias y elaboradas ideas sobre la vida y la muerte, poseían altos conocimientos  en ingeniería hidráulica, rica destreza artesanal, leyes civiles, mapas solares y cultivos a gran escala.














 Es Cabrera un pasado valioso, que afortunadamente sus habitantes no han dejado perder, desde el recuerdo de los caminos en piedra de Geo Von Lengerke que lo une con Barichara, hasta aspectos más recientes de la vida cotidiana,   se siente en el ambiente ese regocijo, ya que los cabreranos son personas muy amables, siempre cordiales y atentos a orientar a quienes los visitan. Poseen un gran sentido del humor y se reúnen fácilmente a charlar y compartir sus inquietudes diarias, ya sea en las esquinas de las calles, en las tiendas donde comparten un tinto, una cerveza o en los quioscos del parque. Son personas realmente maravillosas en el trato con sus paisanos y con el visitante.











Una forma de expresión de la amabilidad de los cabreranos lo constituye su comida, donde se destaca la cazuela de pisco. Este plato típico es ofrecido en las fiestas principales de Cabrera, es originario de esta tierra, es su plato oficial,  y son pocas las personas que lo saben preparar, cada una tiene su fórmula secreta y en las fiestas es motivo de comentarios de degustación, se forma una especie de competencia entre las personas que lo preparan, ellas buscan la aprobación de todos los invitados, dándole a las relaciones sociales un ambiente de cordialidad y oportunidad de nuevas anécdotas, para futuras charlas.


Si bien estas maravillosas gentes saben disfrutar de sus fiestas, otros aspectos de la vida son el eje central, como por ejemplo,   el trabajo y la educación. Estos son hoy los mayores rasgos culturales que los definen, parece como una resonancia de sus antepasados Guanes y esto se ve no solo en un muy bien cuidado colegio, sino especialmente en su biblioteca pública Domingo Carvajal Calderón, constituida por una construcción agradable y bien equipada, con equipos modernos, una excelente colección de libros de consulta y literatura universal, con espacios de trabajo cómodos y agradables para la consulta bibliográfica.

La   biblioteca es visitada con regularidad por las gentes del pueblo. Es necesario destacar el excelente trabajo y dedicación de su bibliotecaria Jimena Monsalve Álvarez quien presta el servicio de asesoría en las tareas a los niños de las escuelas del pueblo y en la que con alguna frecuencia organiza lecturas públicas de libros, además de orientar a los visitantes sobre las colecciones de libros y promocionar la lectura en los habitantes de Cabrera, quienes responden positivamente acudiendo con frecuencia a los préstamos de libros de su amplia colección literaria. La biblioteca, se ha constituido en un referente de orgullo para las gentes del pueblo.   




En este ambiente de hallazgos de la identidad cultural, encontramos en la biblioteca un tesoro, se trata del libro MI ABUELO ME CONTÓ, sobre mitos cuentos y leyendas del Guanentá escrito por Celmira Pereira Franco y Gina Serrano Ferrer. Es una investigación bastante rigurosa donde se encuentra cuentos y leyendas de Cabrera y de toda la provincia del Guanentá. Gracias al trabajo de estas investigadoras de la cultura de Cabrera y la provincia, se pudo rescatar muchas leyendas y cuentos originales de estas tierras, que solo son contadas por los campesinos a sus niños y personas que quieran escucharlos en épocas especiales de luna llena.   








Complementando este trabajo en la Casa de la Cultura se encuentra en proceso de organización y catalogación El Museo de la Memoria de los objetos que han constituido la historia de Cabrera en su inmediato pasado. Estos objetos hacen referencia desde los trabajos ya extinguidos como las herramientas de carpintería, herrería, hasta monedas, radios y aparatos de diferente índole que hablan de momentos históricos específicos, que nos dan una idea precisa de las costumbres, la economía y la forma de sentir de este bello pueblo.

Otro aspecto de igual importancia cultural es su emisora comunitaria Cabrera Estéreo, que transmite en 88.8 FM y que se ha constituido en un valor más que une a este pueblo, ya que la emisora tiene como objetivo generar desarrollo comunitario, a través de espacios de opinión y participación, en busca de rescatar la identidad cultural, las tradiciones, resaltar los valores culturales y sociales. La emisora funciona en la Casa de la Cultura que se encuentra actualmente proyectando su trabajo hacia la comunidad.






Cabrera tiene además un clima con un predominio del Bosque seco tropical, conserva especies de árboles como el Anón, Balso, Ciruelo, Cují, Gallinero, Guácimo, Mamoncillo, Totumo entre otros. La naturaleza es aquí tan atractiva que algunos árboles toman formas caprichosas. Si bien la naturaleza no imagina el arte, vemos arte en ella, por ello, con una atenta mirada, ciertos árboles parecen esculturas en ocasiones algo realistas o de intrincadas formas abstractas.  



Con una tradición tabacalera el municipio de Cabrera está recomendando la práctica de otros cultivos como el Anón, el Ciruelo, Mamoncillo, Tamarindo junto con especies como Cují Cámbulo para formar sistemas silvopastoriles. Además de la promoción de programas de reforestación con Cedro, Caracolí, Balso y otras especies maderables. Se destaca en Cabrera el cultivo del maíz, millo, tábano, plátano fríjol, frutales y la ganadería con especies bovinas, caprinas, equinas, ovinas y porcinas.

Así termina nuestro recorrido por el bello pueblo de Cabrera, una tierra que tranquiliza los espíritus, y que nos invita a descubrir el sentido de nuestra historia y nuestros valores culturales.







Descripción tomada de la página del municipio de Cabrera 

ESCUDO DEL MUNICIPIO DE CABRERA SANTANDER
FORMA
Ovalado y dividido en dos campos por una banda. En la parte inferior dos flores de lis. En el centro del escudo sale desde el campo inferior un pino o ciprés. En la parte inferior del escudo dos ramos de olivo atravesados. Corona el escudo una especie de torre con ventanillas.
SIMBOLOGíA
Las dos flores de lis representan a san Pablo y san Pedro.
El ciprés representa al pueblo o sus habitantes que crecen y se encumbran como sembrados a la orilla de una fuente.
La estrella simboliza la santísima virgen: Inmaculada Concepción titular de la parroquia que ilumina a sus hijos.
Los ramos de olivo atravesados representan el triunfo de la emancipación del 20 de julio de 1810, pues Cabrera fue fundado el ocho de noviembre de mil ochocientos ocho; en vísperas de la independencia de Colombia, gracias a la intervención del prócer doctor Camilo Torres.


Agradecimientos
Claudia Mercedes Ruiz Franco.
Susana Olarte
Belén Martínez Angarita
Jimena Monsalve Álvarez
Restaurante doña Chela
Fuentes   
Mi abuelo me contó. Celmira Pereira Franco. Gina Serrano Ferrer
Apuntes históricos. Heriberto Silva Rangel. Bicentenario de la fundación del municipio de Cabrera Santander 1808-2008
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