Nota del editor.
Es
autor de este texto el Antropólogo mogotano Ariel Antonio Palomino Velandia. Que muy gentilmente lo ha cedido
para ser publicado en este proyecto. Las opiniones aquí expresadas son
responsabilidad de su autor y no comprometen al Ministerio de Cultura de
Colombia ni a la Corporación Compromiso y en su defecto al proyecto Mi pueblo
creador de Cultura. Nuestros sinceros agradecimientos a su autor. Ariel Antonio
Palomino Velandia.
Por: Ariel Antonio Palomino Velandia.
Mogotes es un pueblo de la
montaña Santandereana como muchos otros donde la riqueza hídrica heredada de
nuestros antepasados Guanes ha venido desapareciendo a medida que van pasando
los años, desgracia ambiental que ocurre entre nosotros dominados por un
desarrollismo depredador de los recursos naturales.
La pérdida de la vida de los
paisajes se refleja en la actualidad en los cursos del agua que aún
sobreviven, donde la belleza del entorno
natural muere lentamente como lo atestiguan los parajes de los causes, cañadas
y bosques que circundan el llano de
mogotes.
El rio mogoticos recorre un
territorio que hasta hace unas décadas
todavía guardaba una belleza excepcional que fue observada y registrada
por un Italiano don Agustín Codazzi a mediados del siglo XIX en la visita a los
mogotes que hizo como geógrafo y también como
mercenario al servicio de un ejército de las oligarquías que para esa
ocasión libraban una campaña militar para desalojar del cerro donde nace el rio mogoticos a las huestes
de don José María Melo. El
general Melo como se sabe e intenta ocultar la historia oficial, ha sido el
único presidente de claro origen indígena, que junto a los artesanos pobres de
las sociedades democráticas cavaron las
trincheras de su nacionalismo en lo alto
de la montaña de los mogotes,
defendiendo a sangre y fuego la rebelión
popular que acaudillaba ese gran
tolimense, militar anticolonialista y profesor del colegio de Ibagué.
Los insurrectos que allí
murieron donde nace el rio mogoticos confrontaron en aquella noche de los caminos la dominación de
la elite político militar aliada de Tomas Cipriano de Mosquera, la misma
que ha
venido usufructuando el poder público desde los tiempos del general
Bolívar.
El nacimiento del rio
Mogoticos y el ´´bosque de los
indignados´´ fue testigo de aquel pasaje de la historia de la Colombia oculta y
como las cristalinas aguas que brotan en tan singular lugar seguirán siendo
cuestión política y para infortunio nuestro cada día que pasa se empequeñecen
más sus espejos de agua, hasta hace muy poco habían peces en el mogoticos por más fique que lavaran rio abajo los campesinos de mogotes
que fueron de los mayores productores de
la fibra vegetal en la provincia guanentina.
El mundo natural y la
cultura agroecológica junto al paisaje ayudaron a conformar la identidad de las
gentes en tiempos no remotos y propiciaron cierta relación armónica de las
comunidades con el medio ambiente.
En Mogotes comienza
definitivamente a desaparecer la cultura pueblerina y a erosionarse los
econichos con el advenimiento de las políticas públicas que llegan con la
asistencia técnica y los mercados neoliberales que agudizan los desequilibrios ecológicos y la
colonización cultural.
En nuestros días en la
provincia Guanentina es muy poco lo que hacen por el medio ambiente los que
manejan el poder público y que se han erigido como autoridades ambientales
siendo devotos de la norma y del alfabeto
pensando de una forma jerárquica en contraposición al mundo natural y a
los pueblos que reclaman acciones inmediatas
que no son escuchadas en ninguna parte de los centros de poder como
ocurrió hace poco en la Metrópoli Colonial donde el Senado de los E.E.U.U. votó
recientemente por mayoría, en contra de una Enmienda que pedía reconocer la
existencia del cambio climático y que los seres humanos serían los mayores
culpables de lo que sucediese.
En la última reunión
ambiental en San Gil llevada a cabo en la Corporación Autónoma Regional de
Santander para socializar un proyecto acerca de la cuenca del Rio Fonce en el
que participa el PNUD, programa de las
ONU, los actores sociales de las comunidades de los 29 municipios de la
provincia guanentina que fueron invitados señalaron acerca de lo
sobredignosticado que se encuentra la cuenca hidrográfica en el papel y como
esos estudios y esas caracterizaciones han terminado en anaqueles y en escándalos porque lo único que han facilitado
es el descredito y la perdida de los dineros públicos.
En el día del agua,
Mogotes como otros pueblos, se tiene que
plantear lo del agua o la minería y la comunidad guanentina la preocupación
ambiental por lo poco que hacen las Alcaldías y la CAS que junto con
los propietarios de la tierra y sus monocultivos son de cierta manera los responsables del
deterioro ecológico auspiciado por el modelo de desarrollo dominante que ofrece
maquinaria y motosierras
para acabar de extinguir el árbol
de los sueños y llegar a un momento del no retorno donde aflorara la cita bíblica que dice: ¨Es preciso que volváis
a nacer¨.
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