El monumento a María
Auxiliadora, hoy santuario, es un lugar
obligado para visitar, situado en una alta colina que rodea al pueblo, contiene
un profundo significado para los lugareños.
Construido hace más de
60 años por iniciativa del sacerdote
salesiano Guillermo Beguerisse. Un
camino de piedra bien construido y de alta seguridad, conduce desde el pueblo
hasta la cima de la colina donde se encuentra el monumento de la virgen.
Cuenta don Álvaro Ruiz
Arenas en su libro de memoria histórica Croniquilla de Contratación cómo fue la
construcción de este monumento, que hoy es de interés no solo para los
contrateños, sino para la región, ya que cada año por el mes de mayo, muchas
personas de Santander y otros lugares de
Colombia, llegan allí en peregrinación.
Camino al monumento María Auxiliadora
Camino al monumento María Auxiliadora
Dice don Álvaro Ruiz: “La
determinación gubernamental de suspender definitivamente la recepción de
hansenianos en el extinguido Lazareto contrateño, o más claro, acabar las
ALTAS, el envío forzoso de pacientes a instancias de médicos o de alcaldes
atrabiliarios, complementada con la resolución dictada por el Ministerio de
Salud, que faculta al enfermo recluido para vivir en cualquier sitio del país,
con el pago de ración hoy subsidio de tratamiento, marca el estancamiento, cuando
no el retroceso notorio de Villa Apacible...
Percatado el magnífico
pastor, Padre Guillermo Beguerisse, del aflictivo problema diezmante de la población,
sugiere la conveniencia de formar un Comité que trabaje en la obtención
restablecedora de las negadas altas, junta integrada por el Dr, Ortiz Agudelo,
Eliécer Téllez G., Elías Lerzundy, Miguel A. Serrano U., Luis Carlos Vanegas,
Antonio Quiroga y Álvaro Ruiz Arenas.
Luego de trabajar
arduamente, aliados con el Padre Guillermo, llegó la orden de reanudar las
altas, impartida por el Jefe de la Lucha Antileprosa, doctor Enrique Góngora.
Los leprosos podían permanecer en el pueblito, refugio inestimable...!
Fotografía: Angel
David Rincón Rubio.
El piquete. Costumbre culinaria en las romerías al cerro de la Virgen.
Fotografía: Angel
David Rincón Rubio.
El Comité Pro-Lazareto
cesa en sus funciones por sustracción de materia. La Tesorería arroja superávit
contable.
En disfrute del sosiego
vesperal, sentados en el andén del almacén de don Juan A. Russi, un grupo de amigos,
charla trivialidades o rajan del prójimo... De improviso, Miguel A. Serrano,
tesorero del comité, dirigiéndose a Lerzundy y a Ruiz A. manifestó que el saldo
sobrante en caja podía invertirse para erigir un pequeño monumento a María
Auxiliadora en el Cerro de la Cruz, en acción de gracias por lo alcanzado. Los contertulios
celebran gustosos la ocurrencia de Serrano.
El, al siguiente día,
le expuso el proyecto al P. Beguerisse, quien acogió la idea con singular
entusiasmo.
Poco después, el
hermano Gerardo Velásquez, Coadjutor Salesiano, en obedecimiento de la orden
del cura, con algunos alumnos oratorianos, en zigzag abre el camino a la cima con
machete y zapapica.
La población colaboró
con largueza. Se metió la mano al bolsillo el generoso salesiano, que no cejó
para culminar la majestuosa obra.
Así surgió el Monumento
de Nuestra Señora, égida del pueblo y sacro orgullo contrateño...! Cuanto se
diga diferente a esta versión, es mera fantasía”.
Fotografía: Wilson
Raúl Carreño
Fotografía: Wilson
Raúl Carreño
No hay comentarios:
Publicar un comentario