sábado, 1 de agosto de 2020

El monumento a María Auxiliadora



El monumento a María Auxiliadora, hoy santuario,  es un lugar obligado para visitar, situado en una alta colina que rodea al pueblo, contiene un profundo significado para los lugareños.

Construido hace más de 60 años por iniciativa del sacerdote salesiano Guillermo Beguerisse.  Un camino de piedra bien construido y de alta seguridad, conduce desde el pueblo hasta la cima de la colina donde se encuentra el monumento de la virgen.

Cuenta don Álvaro Ruiz Arenas en su libro de memoria histórica Croniquilla de Contratación cómo fue la construcción de este monumento, que hoy es de interés no solo para los contrateños, sino para la región, ya que cada año por el mes de mayo, muchas personas  de Santander y otros lugares de Colombia, llegan allí en peregrinación.


Camino al monumento María Auxiliadora 
Camino al monumento María Auxiliadora 

Dice don Álvaro Ruiz: “La determinación gubernamental de suspender definitivamente la recepción de hansenianos en el extinguido Lazareto contrateño, o más claro, acabar las ALTAS, el envío forzoso de pacientes a instancias de médicos o de alcaldes atrabiliarios, complementada con la resolución dictada por el Ministerio de Salud, que faculta al enfermo recluido para vivir en cualquier sitio del país, con el pago de ración hoy subsidio de tratamiento, marca el estancamiento, cuando no el retroceso notorio de Villa Apacible...

Percatado el magnífico pastor, Padre Guillermo Beguerisse, del aflictivo problema diezmante de la población, sugiere la conveniencia de formar un Comité que trabaje en la obtención restablecedora de las negadas altas, junta integrada por el Dr, Ortiz Agudelo, Eliécer Téllez G., Elías Lerzundy, Miguel A. Serrano U., Luis Carlos Vanegas, Antonio Quiroga y Álvaro Ruiz Arenas.

Luego de trabajar arduamente, aliados con el Padre Guillermo, llegó la orden de reanudar las altas, impartida por el Jefe de la Lucha Antileprosa, doctor Enrique Góngora. Los leprosos podían permanecer en el pueblito, refugio inestimable...!


Fotografía: Angel David Rincón Rubio 
El piquete. Costumbre culinaria en las romerías al cerro de la Virgen.
Fotografía: Angel David Rincón Rubio 


El Comité Pro-Lazareto cesa en sus funciones por sustracción de materia. La Tesorería arroja superávit contable.

En disfrute del sosiego vesperal, sentados en el andén del almacén de don Juan A. Russi, un grupo de amigos, charla trivialidades o rajan del prójimo... De improviso, Miguel A. Serrano, tesorero del comité, dirigiéndose a Lerzundy y a Ruiz A. manifestó que el saldo sobrante en caja podía invertirse para erigir un pequeño monumento a María Auxiliadora en el Cerro de la Cruz, en acción de gracias por lo alcanzado. Los contertulios celebran gustosos la ocurrencia de Serrano.

El, al siguiente día, le expuso el proyecto al P. Beguerisse, quien acogió la idea con singular entusiasmo.

Poco después, el hermano Gerardo Velásquez, Coadjutor Salesiano, en obedecimiento de la orden del cura, con algunos alumnos oratorianos, en zigzag abre el camino a la cima con machete y zapapica.

La población colaboró con largueza. Se metió la mano al bolsillo el generoso salesiano, que no cejó para culminar la majestuosa obra.

Así surgió el Monumento de Nuestra Señora, égida del pueblo y sacro orgullo contrateño...! Cuanto se diga diferente a esta versión, es mera fantasía”.

Fotografía: Wilson Raúl Carreño 


Fotografía: Wilson Raúl Carreño 

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