San Gil a través de su historia ha contado siempre con gentes de gran valía. Grandes trabajadores, honestos, soñadores e inteligentes emprendedores son los sangileños. Sus líderes se han destacado dejando una profunda huella en su historia, desde tiempos remotos, hasta tiempos recientes. Uno de los grandes líderes de tiempos nuevos es el Padre Ramón González Parra, fundador de Coopcentral (1968). Director de SEPAS (1963-2007), Cofundador de UNISANGIL (1991). Cofundador de cooperativas, organizaciones solidarias, educativas y comunicativas; Coordinador del Equipo Interdiocesano de Pastoral Social Regional de los Santanderes entre 1991 - 1994. Nació en Barichara (Santander, Colombia) el 17 de octubre de 1928 y falleció a los 94 años, el 26 de octubre de 2022.
Quienes deseen conocer más a fondo sobre la obra de este ilustre líder soñador, que dejó profunda huella de trabajo solidario no solo en San Gil, sino en Santander, pueden visitar la página www.padreramongonzalez.com Un líder que inspira el desarrollo regional. 1
También se puede conocer mas sobre el trabajo y legado del Padre Ramón en el blog de Nauro Torres Historias sin contar. AQUÍ.
Mientras tanto consignamos una crónica del doctor Raúl Gómez Quintero de su libro San Gil. ¡Grandeza y decadencia de un pueblo!
El padre Ramón González Parra hace el brindis con motivo de la fundación de la Cooperativa Central de Promoción Social. Fotografía tomada de: www.padreramongonzalez.com
LA VISIÓN SOCIOECONÓMICA DEL PADRE RAMÓN GONZÁLEZ (1).
Por: Raúl Gómez Quintero
Terminado su ciclo de estudios en Roma, ‘el Padre Ramón’ decidió viajar a Canadá, en donde pudo vincularse a un Diplomado de Educación de Adultos y Cooperativismo en St. Francis Xavier University de la ciudad de Antigonish (Antígona), Nueva Escocia, Canadá (mismo nombre del de la tragedia mitológica griega de Sófocles, siglo V a c). La corta estadía en dicha ciudad fue suficiente y determinante para su futuro personal y el de nuestra región. Allí encontró un movimiento de origen católico que satisfacía sus afanes sociológicos y cristianos: trabajar por y con las comunidades marginadas; pero, además halló objetivos y respuestas prácticas y operativas a sus inquietudes teóricas que no había encontrado en la ‘Ciudad Eterna’ ni en Lovaina. “El movimiento de Antigonish era un programa práctico de reforma social basado en el principio de la auto educación y acción por la misma gente organizada en grupos comunitarios. Como movimiento social éste incorpora tres características esenciales: comportamiento colectivo, compromiso para el cambio cultural y un grado de organización” (citado por Marietta Bucheli en ‘Curas, Campesinos y Laicos como Gerentes del Desarrollo. La construcción de un Modelo de Desarrollo Emergente en Colombia’, San Gil, Edisocial, octubre de 2006, página 47).
Fue allí, en Antígona, Canadá, donde RAMÓN creyó encontrar la paz, la calma y el sosiego a su insaciable espíritu de solidaridad social para con los pobres que lo venía atormentando desde cuando se hizo sacerdote, pero en especial, desde cuando fungió como coadjutor de la parroquia del Socorro. Tenía en la Casa Cural una alcoba privilegiada que prodigaba sin igual vista al parque principal de la ciudad comunera, muy cercana a la estatua de la heroína pinchotana, formada en las montañas de la vereda el Hatillo de Coromoro, la joven MARIA ANTONIA SANTOS PLATA, fusilada cobardemente en ese mismo sitio el 28 de julio de 1819. Fue la gallardía, el coraje, la sensibilidad social, la valentía y el arrojo de esta mujer lo que motivó como nadie a RAMÓN para iniciar una lucha sin armas, pero con inteligencia y corazón. Él mismo lo confesaría en 1995:
“… (En el Socorro) inicié mi vida sacerdotal y fue aquí donde se fecundó mi existencia con deseos de liberación y cambio social. Quizás un poco por mi cultura machista me impresionó la figura de ANTONIA SANTOS. Cuando abría por la mañana la ventana de la Casa Cural la veía más trascendente y como tratando de desprenderse de su hermosa escultura para hablar con amor, pero con reclamos de mujer: ¿Qué estás haciendo por los pobres, por los campesinos? ¿En dónde estás guardando la buena nueva de Jesús para con los pobres? Yo la veía siempre a ella como tratando de entregar la bandera que portaba en sus manos, pero me daba cuenta que pasaban hombres y mujeres sin querer recibirla y sin ni siquiera darse cuenta de los relevos históricos de la única historia comunera que debemos realizar entre los hijos de estas tierras” (citado en la obra “El Padre Ramón. Un Líder que inspira el Desarrollo Regional”, San Gil, Edisocial, 2018, página 40).
Fue quizá en ese momento cuando RAMÓN decidió recibir de la heroína la bandera ensangrentada como ofrenda amorosa por la libertad de su pueblo, pero con la convicción cristiana que no debía derramarse una gota más de sangre en la lucha por la justicia y la nueva liberación. Para RAMÓN, este momento de inspiración pudo ser semejante al que vivió el Libertador Simón Bolívar en el Monte Sacro, la colina romana erigida a la rivera derecha del río Anio, el 15 de agosto de 1805; quizá la diferencia estribó en que el Libertador estaba acompañado por su maestro Simón Rodríguez y el padre Ramón, tan solo por su conciencia: “Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español”.
Al regresar a Colombia en 1963, ‘el Padre Ramón’ se estrelló con la dura realidad socio política del país y la provincia. Por una parte, la propuesta de la lucha armada revolucionaria estaba cogiendo fuerza y haciendo presencia nacional, y la de los interesados en mantener el estado de cosas sin ofrecer alternativas reales de solución; y por otra, la propuesta desarrollista de la CEPAL, centrada en las grandes ciudades y el gran capital que dejaba por fuera la mayor parte de la nación campesina, pobre y abandonada. Y a pesar de todo, inició su aventura quijotesca de formular otra alternativa socio económica viable para la región y sus gentes, o como lo decía con sus propias palabras, “la Utopía, no como algo inalcanzable e irrealizable sino como lo posible, el deber ser hacia el cual tendemos, como la anticipación del futuro que queremos construir; es aquello que nos indica la finalidad o la intencionalidad fundamental, lo que nos atrae permanentemente, y que es posible alcanzar, o por lo menos irnos aproximando gradualmente”. (El Padre Ramón, opus cit., página 51).
Para llevar a cabo su proyecto de cambio y desarrollo integral se basó en la educación y en la organización de los pobres; hay necesidad de “organizar un movimiento social que tome como base al ‘hombre común’, aquel a quien se cree perdido y sin salvación posible. Lo uniremos a otros hombres de su misma clase y condición, y le daremos unas lecciones fundamentales sobre su capacidad cuando trabaja en grupo. Y ese ‘hombre común’ hará las reformas sociales, cambiará las instituciones y hará el milagro que nadie esperaba”. (Ibídem, página 53).
El desarrollo integral debe empezar por lo económico: “Si deseamos tener un pueblo culto con inquietudes intelectuales, debemos primero ponerlo en contacto con las cosas materiales y sensibles” (ib.). Y dentro de la esfera de la economía, “el ahorro es un primer paso para el desarrollo a partir de los pobres. Es posible que para muchos ‘desarrollistas’, ahorro, desarrollo y pobres sean términos que se excluyan mutuamente y suenen un tanto contradictorios. Para ellos desarrollo es el crecimiento económico, y este debe partir de quienes poseen mayores recursos de capital, de quienes tienen una mayor tecnología, de quienes están más estratégicamente ubicados, y de quienes pueden garantizar una mayor posibilidad competitiva. Los pobres no reúnen ninguna de esas condiciones y por consiguiente no pueden ser sujetos, y mucho menos protagonistas del desarrollo. Por otra parte, dicen que qué capacidad de ahorro se puede esperar de los pobres. Pero ese es un concepto y una posición equivocada.
El desarrollo es el proceso de crecimiento de una persona o de un pueblo concreto, de todo hombre y de todos los hombres. El desarrollo parte de los deseos y aspiraciones de la comunidad, y se realiza a medida que las personas y el pueblo van realizando sus sueños y van alcanzando las metas que se propusieron… Pareciera que la misma naturaleza amparase nuestra dignidad. El sistema capitalista cree que otorgando grandes cantidades de dinero puede comprar la suerte de los pobres, pero la naturaleza impide que estos se prostituyan al demostrar que después de esta clase de promesas la situación sigue siendo la misma o tal vez peor…
“Los pobres deben buscar el desarrollo integral a partir de lo económico, porque esa es su necesitad más sentida. Suena un tanto masoquista: ¿Que esos pobres se sacrifiquen un poco más, se aprieten más el cinturón y empiecen a ahorrar? Pero esto no debe escandalizarnos demasiado, porque fue el sector primario de la economía, compuesto fundamentalmente por campesinos, el que históricamente produjo el ahorro necesario para conformar el capital y el recurso humano necesario para crear posteriormente los otros sectores de la actividad económica como el industrial y el de servicios Sin ese esfuerzo suyo habría sido imposible que estos aparecieran y se desarrollaran en este mundo” (ib., página 56).
Completa razón asistía al Padre Ramón, aplicado al caso puntual de San Gil: los grandes capitales de los Patriarcas antepasados fueron producto del trabajo de los campesinos sin tierra a quienes se les compensaba en forma miserable e injusta la labor; la plata efectiva para fundar bancos provenía de los excedentes de producción de los trabajadores obreros y campesinos, y del rédito de los mismos capitales. Estaba claro que el trabajo del sector más pobre de la sociedad, -injustamente retribuido- permitía excedentes a algunos; ¿si aquellos se unieran y juntaran sus trabajos y escasos dineros, no podrían acaso lograr para sí las ganancias? El planteamiento del Padre Ramón era y es por completo válido, incluso en la actualidad.
Inauguración de la agencia de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Agrícola Galán Ltda., en el municipio de El Hato,1982. Fotografía tomada de: www.padreramongonzalez.com
LA VISIÓN SOCIOECONÓMICA DEL PADRE RAMÓN GONZÁLEZ (2).
LA VISIÓN ESTRATÉGICA Y EL PLAN SOCIO ECONÓMICO del Padre Ramón son interesantes por su Objetividad, Agresividad, Seriedad y Valentía, todo lo cual es necesario puntualizar.
Son OBJETIVAS una (la visión) y otro (el plan) porque parten de una realidad conocida, estudiada y analizada. En efecto, estudia y conoce las necesidades socio económicas de los sectores de la población más pobre y en especial del campesinado, del cual procede con orgullo. Entiende que éste sector es el más atrasado en la estructura social y económica del país, que las provincias del sur de Santander son mayoritariamente rurales, y que carecen de atención y de servicios, de cultura, de propuestas y de ayudas serias y solidarias. Sabe que el sector campesino, es producto de una estratificación social y económica anticuada o superada. Para RAMÓN era claro y doloroso aceptar (como lo entiende cualquier estudioso de la economía y de la historia), que en ‘el sector primario de la economía’, la clase o la condición social del campesinado es un rezago de la sociedad y del modo de producción feudal; que el capitalismo no tiene en su haber esta condición socio económica, porque los que producen en el campo son granjeros o industriales, cuya relación de dependencia con la tierra o con un patronazgo han sido superados por las fuerzas económicas. Hago esta aclaración, no porque menosprecie al campesino sino porque entiendo que su condición social y económica en un país, en donde ni siquiera el capitalismo se ha desarrollado del todo, aquel siempre será menospreciado por el sistema. Lo demás es retórica politiquera cuando se alaba al campesino en época electoral, mentirosa y cínicamente, o se le hacen fiestas civiles y religiosas, porque en la práctica lo mantienen abandonado, ya que lo necesitan así: ignorante y urgido, perseguido y abandonado. Y eso, lo tenía por completo claro el Padre Ramón.
De ahí que partiera de dicha condición socioeconómica para proponer unas salidas:
(i) Ante la necesidad urgente del campesino, de capital y dinero para producir, propone la unión de pequeños ahorros a través de Cooperativas, que son los bancos de los pobres. Así logró crear algunas, restablecer otras o consolidar las ya existentes en varios pueblos de las tres provincias (guanentina, comunera y veleña). Varios años antes hubo sacerdotes que se dieron a la tarea de fomentar el cooperativismo atendiendo las instrucciones de UCONAL, la Unión Cooperativa Nacional. Ellos sembraron la semilla de la solidaridad económica y empresarial; pero estas pequeñas empresas eran ruedas sueltas e independientes que apuntaban exclusivamente al ahorro y crédito, o al servicio agrícola, o al consumo, o a la vivienda. Faltaba la articulación de las mismas y el señalamiento de objetivos generales. Y éste fue el papel que jugó RAMÓN con SEPAS, el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Socorro y San Gil, que analizaremos a continuación.
Debe darse por descontado que en esta región, no fue RAMÓN el que introdujo el cooperativismo, ni mucho menos el que lo inventara. Baste mencionar a manera de ejemplo, que entre los años 60 y 70, se fundaron las siguientes cooperativas, que se han llamado ‘de Primera Generación’: COOMULDESA Ltda., creada en Galán en 1962 bajo el liderazgo del padre Marco Fidel Reyes Afanador, el pionero del cooperativismo en la región; SERVIMCOOP Ltda. de Mogotes, fundada en 1956 bajo el auspicio del padre Isaías Ardila Díaz; COOMULTISERVICIOS VILLANUEVA Ltda., creada en 1960 bajo el liderazgo del padre Rafael Ortiz Prada; COOMULSEB Ltda., de Barichara creada en 1965 por el sacerdote José Antonio Bustamante Mejía; MULTICOOP GUADALUPE Ltda., creada en Guadalupe bajo la asesoría del padre Marco Fidel Reyes en 1962; COOTRASANGIL Ltda., Cooperativa de Transportadores de San Gil, creada en 1967 bajo la dirección del padre Ramón González Parra; COOPSERVIVÉLEZ Ltda., creada en Vélez por doña Lola Olarte de Fajardo y el padre Rodrigo Vesga Arenas en 1968; COOPVALLE Ltda., fundada en 1967 a instancias de los sacerdotes José del Carmen Cubides y Ángel Fidalgo Reyes, en el Valle de San
José; COOMULTRASAN, creada en San Gil en 1962 por el sindicato de UTRASAN, la Unión de Trabajadores de Santander; COOTRASARAVITA Ltda., promovida en el Socorro por Eduardo Cadena, en 1967; COOPCLERO Ltda., creada en San Gil en 1968 por los padres Ramón González Parra y Ángel Fidalgo Reyes; COOMBEL Ltda., creada en 1961 por el padre Marco Fidel Reyes en La Belleza, Santander, fue rescatada en 1971 por el padre Arnulfo Carreño y los asesores Ricaurte Becerra y Nauro Waldo Torres; COAGRANJA Ltda., Cooperativa Agrícola de La Granja, Santander, creada por los párrocos Horacio Garzón y Salomón Pineda Martínez, en 1973 y 74; y SERVICONAL Ltda., Cooperativa de Ahorro y Crédito de Puente Nacional, Santander, promovida en 1968 por el padre Eduardo Vargas y Darío Benítez.
Y en las décadas del 80 y 90, las llamadas cooperativas ‘de Segunda Generación’, tales como: COESCOOP, Cooperativa de Empleados del Sector Cooperativo, fundada en San Gil en 1985, promovida por Ángel Emigdio Amado y Miguel Arturo Fajardo; AUDICOOP, Auditorías de Cooperativas, de San Gil, 1985; CREDISERVIR Ltda., creada en Ocaña en 1984; COAPAZ Ltda., Cooperativa Agrícola de La Paz, fundada en La Paz en 1984 bajo el auspicio del padre Salomón Pineda Martínez; COOPMUJER, constituida en 1988 en San Gil, por un grupo de trabajadoras de SEPAS y El Común; EDISOCIAL, Fundación Editorial Social fundada por Sepas en 1987; la COMUNA DE PAYOA, creada en 1985 como proyecto de explotación agrícola, liderado por Sepas, Coopcentral y El Común, y gerenciada por Ricaurte Becerra; ACUASCOOP, Acueducto Regional Cooperativo El Común Ltda., liderado por Sepas, El Común y la Gobernación de Santander, creada el 23 de julio de 1986, que beneficia hídricamente a Villanueva, Barichara, Cabrera y Guane; COOPGUANENTÁ, Cooperativa de Municipios para el Desarrollo de la Provincia Guanentá, creada en 1990; UNISANGIL, Fundación Universitaria Cooperativa de San Gil, creada en 1988, pero inició tareas en 1992; FUNDACIÓN SOCIAL COOPCENTRAL, creada en 1994; FEDETABACO, Federación de Tabacaleros de Colombia creada en 1994, con sede en San Gil, que se constituyó en un fondo parafiscal que administra recursos del Ministerio de Agricultura para el sector tabacalero; ECOFIBRAS, Empresa Cooperativa de Fibras Naturales de Santander, nacida en Curití en 1995; COOMULTAGRO, Cooperativa de Ahorro y Crédito Tabacalera y Agropecuaria, creada en San Gil en 1996; LA COMETA, Asociación Radio Comunitaria de San Gil, constituida el 22 de septiembre de 1995 por doce instituciones y dos empresas privadas; EL COMÚN, Coordinadora Regional de Organizaciones Campesinas creada en San Gil en 1989 y COHILADOS DEL FONCE Ltda., Cooperativa Multiactiva de Hilados del Fonce, creada en San Gil el 9 de enero de 1998.
(ii) Ante la fuerza del capitalista, empleador o patrón convoca RAMÓN al campesinado a refugiarse en la unión y la solidaridad, fortalezas y principios propios del cooperativismo.
iii) Ante la ignorancia y la incultura del campesino, propone la formación y estructuración de líderes de entre ellos mismos que jalonen a los demás a través de la educación. Estos últimos, serán temas de posteriores crónicas.
Vega Rincón, Jhon Janer y Cáceres Mateus, Sergio Armando. "El padre Ramón: un líder que inspira el desarrollo regional.1 Exposición Fotográfica Itinerante". Investigadores y Curadores. Fotografía tomada de: www.padreramongonzalez.com
1 Titulo tomado de www.padreramongonzalez.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario