jueves, 23 de julio de 2020

La piedra de los aburridos de Pedro Elías Martínez.



Este es un libro imprescindible para conocer a Contratación y sus gentes desde una de las cualidades contrateñas más definidas, como es la alegría a través del humor. Si bien es un libro que cuenta anécdotas de los lugareños desde la mítica “piedra de los aburridos” (dicho lugar era el sitio donde las personas se sentaban tardes enteras a opinar sobre lo divino y lo humano) Pedro Elías recorre la historia del pueblo   contando anécdotas que dejan ver las sensibilidades colectivas. No es un libro de humor sino un trabajo muy serio que recrea la vida a través del humor. 

Al respecto Don Alirio Cardona Galvis persona amiga del autor y que como oriundo del pueblo, posee una memoria histórica respetable sobre el trasegar de Contratación en la historia, escribe en la presentación del libro “la piedra de los aburridos”. 

“Valiosa obra, acaudalada en fechas, nombres, lugares, decretos y disposiciones oficiales, que convierten a su enjundiosa y agradable lectura en un acervo invaluable de conocimientos, la cual indudablemente será consultada por estudiosos y gentes amantes de conocer las raíces, cultura e idiosincrasia de un pueblo que "vino a la historia de una manera diferente", es un trabajo dispendioso y esmerado en la veracidad de lo escrito. Su autor, propietario de una cultura innata, inquieto amigo de las letras, con reiterados intentos en la poesía, la prosa, la narración, desde sus años de juventud viene dejándonos conocer su capacidad, plasmada en variadas publicaciones, folletos, revistas, diarios y magacines tanto regionales como nacionales. Esta obra, no obstante lo tétrico de algunas de las situaciones descritas, sufre aparatosos pero agradables cambios al pasar de manera sigilosa a la caricatura que hace aflorar la sonrisa en el entusiasta lector, causando inesperada adicción, logrando mágicamente que una vez iniciada su lectura no queramos desprendernos de ella hasta llegar a su final. Sus referencias bibliográficas soportan sin ambages lo escrito, además agregan un inmenso valor histórico a esta obra que junto con la "Croniquilla de
Contratación (de don Álvaro Ruiz Arenas), se convierten a no dudarlo, en estos tiempos y en muchos por venir, en las obras que dejarán para la posteridad el testimonio cimero de cómo fue nuestro pueblo y sus gentes.

Dieciocho años de compartir un "arduo" trabajo en la misma entidad pública, me dan la autoridad suficiente para decir que conozco al autor, sus inmensas capacidades, sus gustos y disgustos, los estados que afloran en cualquier momento y que de manera casi imperceptible escapan al control del humano.

Los personajes, los hechos y situaciones descritos de manera jocosa y burlona salen a la luz pública; su autoría se achaca a los más variados progenitores: el vate guasón, poeta festivo, coplero bárbaro, poeta ocioso, trovador antiguo, periodista desocupado, coplero irrespetuoso, empleado sin oficio; seudónimos de por sí ya con su buena dosis de "picante", sólo sirvieron para que el propio autor se sintiera a salvo. En esto si fue un iluso, la calidad de su producto lo delataba, el Diablillo que lo aguijoneaba seguramente fue el mismo que hizo con los grandes de la escritura burlesca.

Pedro Elías Martínez, agudo y objetivo, mordaz y despiadado, gozoso con las desventuras o mejor las aventuras ajenas, ágil maestro en adobar con buen humor los deslices y debilidades de los contrateños, entre rima y rima hemos sido sus víctimas tonsurados y togados, gentes con hábito o sin él, ricos y pobres, rojos o azules, nadie ha escapado a su certero y jocoso aguijón. El disgusto y sobresalto inicial del escarnecido, se diluye como la oscuridad ante la llegada infaltable de la aurora”.


Don Pedro Elías Martínez. Escritor poeta y músico. Artista muy apreciado por su talento y poseedor de una agradable prosa.

1 comentario:

  1. Leí la piedra de los aburridos. Me disfruté cada pagina y su picante y original narración. Es una obra única en su genero en Santander. Me llamó la atención en cada capitulo, como con el lenguaje, se sublima el dolor con la risa y la picardía, hasta comprender que no hay contrateño triste, así se este desmoronando. Lo que acabo de leer, es una pieza maestra de una pluma celestial que captó las esencias de cada parrafo contada, ya por Alvaro, o por el mismo Pedro Elias. Mi admiración eterna a los tres.

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