lunes, 9 de octubre de 2023

Revista digital. Mi pueblo creador de cultura 2023. San Gil, El Socorro, Aratoca y Charalá.


 

Conocer las expresiones culturales de los pueblos es indispensable para el desarrollo económico y social de un país, de una región o departamento. Por ello el proyecto “Santander tierra de historia vida y costumbres” tiene el agrado de presentarles esta revista “Mi pueblo creador de cultura” para compartir los valores culturales de los pueblos santandereanos San Gil, El Socorro, Aratoca y Charalá. Nuestro objetivo en este proyecto fue el de fortalecer la apropiación social, del patrimonio cultural material e inmaterial santandereano, en estos pueblos mediante la creación de productos de comunicación disponibles a todo el país a través de herramientas digitales, programas radiales y esta revista.

Comunicar los valores culturales de los pueblos no solo aporta un conocimiento nuevo, sino que fortalece nuestra identidad regional, ya que valoramos de forma más agradable y con actitud de admiración, lo que somos como pueblo y lo que hemos construido en la historia. Es así que conocer y admirar  el sentido del patrimonio cultural de Santander y del país, nos permite vernos a través de lo mejor de nosotros, nos permite encontrar una imagen más incluyente a partir de nuestra diversidad cultural, fortaleciendo así la democracia y entendiendo nuestra ciudadanía ya no como un hecho individual sino como una relación armónica entre distintos. Esto hace que los lazos de hermandad y solidaridad nos fortalezca como pueblo y como sociedad. De esta manera estamos hablando ya de desarrollo social y económico, comprendiendo que las expresiones culturales de los pueblos no son un adorno o un simple entretenimiento festivo, sino que son algo más profundo, que no solo mejora nuestras vidas y el conocimiento sobre nosotros mismos, sino que nos prepara para dialogar con el mudo globalizado desde un sitial de dignidad y respeto a través del lenguaje de la belleza de lo que somos y hemos construido como pueblo. Así que el patrimonio cultural además de ser la expresión de nuestra nacionalidad, es también la posibilidad de una garantía de creatividad permanente, que nos permite fortalecernos para afrontar los grandes retos del mundo contemporáneo.

En esta edición quisimos resaltar con especial admiración los aportes que las organizaciones culturales y sociales les están dando a sus pueblos.

Conocer, proteger y divulgar nuestra esencia espiritual, nuestra historia, nuestro patrimonio cultural material e inmaterial, es responsabilidad de todos nosotros y es una responsabilidad agradable, ya que con ello mejoramos día a día como pueblo y como nación. 

Se puede descargar la revista AQUÍ.

 

jueves, 5 de octubre de 2023

Manolo Díaz el pintor entrañable del alma santandereana.


 

Las delicadas montañas de Charalá, el rio Pienta, el Samán, aves de distintos colores, frutas de la tierra, el campesino en su jornada, las campesinas tejedoras de hilos de algodón y las Bromelias del camino,  parecen tener otra existencia en las obras de Manolo Díaz.

Este artista charaleño que a través de los años ha logrado una maestría en el arte de la pintura  que lo ha llevado a formas más allá de las características pictóricas del primitivismo como estilo, porque se observa en sus obras elementos académicos que para algunos conocedores lo califican como naíf o incluso surrealista, aunque lejos del automatismo psíquico y más por su tendencia onírica  en algunas de sus obras. 



 

Si bien el termino naíf podría ser adecuado por la conexión con los cánones académicos porque en algunos casos aplica perspectivas e incluye composición tradicional académica.

En cualquier caso su obra representa de forma espontánea aspectos tradicionales de la vida cotidiana. De ahí que sus temas incluyen la naturaleza, la vida y el trabajo campesino. Sus obras cuentan siempre una historia que va desde lo sencillo, hasta lo profundo. Su obra es capaz de intrigar al observador por auténtica y expresiva, lo envuelve y emociona de manera sincera, otorga una imaginación compartida con el observador, llevándolo a estados de calma y asombro convenciéndolo de lo espiritual en el arte. No deja atrás el buen humor, muchas de sus obras desbordan notas de humor en pequeños detalles ya sea en puertas, ventanas o en acciones de los personajes.

Sus obras impactan por la dedicación al detalle, que parece recordar por momentos a los miniaturistas europeos del siglo XV es como si estableciera vínculos entre el pasado y el presente. Sus pinceladas son vivas en algunos casos con color saturado, pero de cuidado y bien pensado tono, vigilando su luminosidad. Manolo ha desarrollado su propia técnica y su estilo ha creado escuela en nuevas generaciones, su influencia se nota en nuevos pintores que han salido de estas tierras. Su estilo no lo ha encarcelado, no es de esos pintores que el estilo los obliga a repetirse, para Manolo el estilo es simplemente una huella distintiva, su destreza imaginativa, su sensibilidad y su honestidad, lo lleva a crear cosas nuevas que siempre asombran al observador.    

Al contemplar la obra de Manolo Díaz por momentos no nos interesa si es Primitivismo, si es Naíf, Costumbrismo o cualquier otro estilo, lo que importa es que formamos parte de ese mundo propuesto por el artista. Porque su obra no solo describe a los personajes en su vida cotidiana, los involucra con sentimientos vívidos dentro de un escenario natural, que parece ampliar la existencia humana, ya que personas animales y naturaleza son una misma cosa, desparece en la obras de Manolo la realidad que en apariencia alude  y la transforma en otra realidad más justa, más equitativa, mas respetuosa.

La obra de Manolo Díaz es capaz de conectar con el verdadero espíritu santandereano tal vez por esta razón en Charalá todo el mundo lo aprecia y sus obras se encuentran en colecciones importantes del país y del exterior.   

Alguna vez le contó a un periodista con algo de humor que “la primera lección de óleo me la dieron en un almacén” refiriéndose al día que por primera vez compró unos oleos y el dependiente del almacén le dijo como usarlos. ”

Hoy Manolo vive en su finca de Charalá allí tiene su estudio y sus obras continúan viajando a Japón y  países Europeos desde ese 1982 cuando hizo su primera exposición en Bucaramanga.  

La obra de Manolo es reconocida porque su aporte a la cultura integra la identidad colectiva de los Charaleños y Santander, pero especialmente porque es una figura destacada de la plástica colombiana.  







 

miércoles, 4 de octubre de 2023

CORPOLIENZO. Museo del Algodón y Lienzo de la Tierra


La belleza a veces se esconde tímida y casi imperceptible, permanece silenciosa por largo tiempo, para surgir después con más capacidad de asombro. Es lo que pasó con el algodón y los tejidos de los antiguos Guanes en tierras de Charalá y Ocamonte. Gracias a las investigaciones sobre este tema de  Pierre Raymond, el antiguo arte del tejido con hilos de algodón, volvió a brotar esta vez de las manos de talentosas mujeres charaleñas que habían guardado casi en silencio este antiguo saber de los primeros pobladores Guanes.

En su libro VIDA Y MUERTE DEL ALGODÓN Y DE LOS TEJIDOS SANTANDEREANOS Pierre Raymond  y Beatriz Bayona nos  ilustran con más certeza sobre este tema “Al pensar hoy en día en el cultivo del algodón, se asocia con las llanuras del Tolima, del Valle, de la Costa Atlántica o del Meta. No vienen a la mente las pendientes de Santander, de Boyacá o de Antioquia, cultivadas de caña, yuca, maíz o tabaco. Pero fue, justamente escondido dentro de este paisaje, que antaño crecía el algodón. Escondido, porque según la costumbre tropical (tanto aficana, asiática, indígena como actual en el minifundio tradicional) se mezclan los cultivos”.

Luego los citados autores nos permiten una descripción más exacta al contarnos que: “Antes de la conquista, en el territorio habitado por los Guanes, ya se cultivaba algodón, llamado "quihisa" por los indígenas. Según lo que cuentan los viejos libros, ellos se vestían con telas de algodón que también utilizaban para intercambiar por otros productos con comunidades vecinas.

El conquistador Lucas Fernández de Piedrahíta, hablando de la región de Guanentá, dice que ésta era próspera por los lienzos de lino y algodón que allí se producían.

En muchas ocasiones, los conquistadores del Nuevo Reino de Granada se vieron obligados a pagar tributo al rey. Algunos utilizaron para este fin lienzos que eran llevados a Santa Fé, donde residían muchos encomenderos y representantes de la corona y a Cartagena, de donde saldrán para España”.

Algunas pocas mujeres en los campos, guardaban en su memoria los hilos del pasado, así que a mediados de 1980 motivadas por los hallazgos académicos  decidieron crear CORPOLIENZO1 asegurando así que la belleza tanto tiempo escondida, surgiera para asombro de los colombianos.

Museo Lienzo de la Tierra
Taller Museo Lienzo de la Tierra
Foto museo Lienzo de la Tierra
 

El trabajo de estas talentosas mujeres se extiende hasta las nuevas generaciones de mujeres tejedoras, asegurando así que el patrimonio material e inmaterial del algodón y su tejido, quede resguardado para los próximos tiempos.

No solo tejen hilos de algodón, sino que confeccionan hermosas prendas que por su belleza, cautivan un amplio sector de personas capaces de admirar y consumir prendas originales y de alta calidad.

Sus integrantes definen a CORPOLIENZO así: es una Empresa Social que, mediante la recuperación y difusión del “Lienzo de la Tierra”, aporta a la identidad cultural y mejora las condiciones de vida de sus asociados y asociadas. Nuestro producto es único porque utilizamos algodón orgánico y la artesanía es hilada y tejida a mano. Es una producción amigable con el medio ambiente.   

Conocer esta experiencia es habitar la sensibilidad y el conocimiento del pasado ya que CORPOLIENZO alberga en su taller de Charalá el Museo del Algodón y Lienzo de la Tierra. 

Visitar el taller y el Museo del Algodón es encontrar la amabilidad de estas mujeres capaces de transmitir belleza ancestral a través de sus hábiles manos y su inteligencia ya que no solo han protegido el patrimonio del hilado sino que han sido capaces de diseñar nuevas piezas que encierran la belleza recuperada.

Museo del algodón y del lienzo de la tierra

 



 

El origen del museo del algodón y del lienzo de la tierra se encuentra en una investigación sobre el algodón y los tejidos en Santander.

El museo se encuentra en una antigua casona en el casco urbano de Charalá y está dividido en tres salas. En la primera expone la rica tradición textil guane, se puede observar las fibras que utilizaban, el tinturado y las técnicas de hilado se exhiben herramientas textiles tradicionales y algunos aspectos de la resistencia y exterminación de los guanes en épocas de la conquista española.

En la  segunda sala cuenta la historia de los textiles socorranos en la época colonial y su transición del siglo xix al xx. Se relata el desarrollo de la industria textil inglesa y como incidió en el declive de la producción santandereana.

En la tercera sala se puede observar el hallazgo realizado por investigadores de la Universidad Javeriana de las últimas huellas de la industria textil casera en los municipios de Charalá y Ocamonte así como al renacimiento de esta producción artesanal en Charalá.

Es importante recordar que el visitante puede adquirir aquí artesanías de altísima calidad, de exquisito diseño, no en vano estas mujeres, fueron ganadoras en el año 2011 del premio nacional de la Fundación Bavaria, El Orgullo Perdido.  

Visitar el museo y el taller es una experiencia singular que nos acerca a un conocimiento, que nos permite entender como la identidad de los pueblos se teje y como permanece en la memoria, tiempos habitados por quienes nos antecedieron. Es necesario agradecerles a las campesinas de Charalá el inmenso aporte que le hacen a Santander y a Colombia manteniendo vivo este patrimonio cultural que tiene la capacidad de mostrarnos en gran medida quienes somos y que somos los santandereanos. 






  

 

Referencias. 1 Museo del Algodón y Lienzo de la Tierra https://es.wikipedia.org/wiki/Museo_del_Algod%C3%B3n_y_Lienzo_de_la_Tierra

 

 


 

domingo, 1 de octubre de 2023

Charalá. Los valientes del Pienta


 

Un olvido como suceso extraño se sacudió en el tiempo, con la calma de las manos prodigiosas de mujeres que tejen hilos de algodón herencia de los antiguos Guanes, el olvido se fue desvaneciendo, dando paso a la memoria y al lugar histórico de los hechos que tejieron la libertad de Colombia. Hablamos de la batalla del Pienta en Charalá, que fue determinante para la victoria de Bolívar frente a los españoles.

El 4 de agosto de 1819, valientes charaleños enfrentaron  con garrotes, piedras, machetes y “puño limpio” a los bien armados soldados españoles en un puente de madera sobre el río Pienta. Esta acción buscaba frenar las tropas españolas que se dirigían a enfrentar al ejército de Simón Bolívar en el Puente de Boyacá. Y lo lograron, aunque el costo en vidas fue muy alto.

Este importante hecho  no quedó registrado en la historia de Colombia porque Jesús María Henao y Gerardo Arrubla los autores de la obra “Compendio de Historia de Colombia” y que se enseñó por muchos años en las escuelas simplemente no lo incluyeron.

Según el abogado e historiador santandereano Gerardo Martínez Martínez, en declaraciones para un artículo denominado “La Batalla del Pienta: la historia que no quedó en los libros”1 publicado en Vanguardia Liberal,  comenta:    “Ese texto, que sirvió de aprendizaje de varias generaciones, no lo incluyó y esa es la razón del olvido. Al no incluirla, pues no la aprendimos y quedó borrada por largo tiempo”. Agrega que no fue sino hasta el año 2008, cuando aparece el libro del historiador Édgar Cano Amaya, “En nombre de la libertad,” que se empezó a reconocer la lucha de los campesinos santandereanos ese 4 de agosto.

Desde que los charaleños se enteraron ya con registros históricos, sobre la importancia de la batalla del Pienta para la historia de Colombia, iniciaron una lucha por tener un lugar en esa historia, que por largo tiempo permaneció en el olvido.   

Lograron que el Congreso de la República haya expedido varias leyes que reconocen y enaltecen el papel de la Batalla del Pienta en la independencia del país, como la ley 1644 de 2013 que declara2 “Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación” a Charalá, la ley 1976 del 24 de julio de 2019 que “exalta y rinde homenaje a los héroes del Pienta al cumplirse el Bicentenario de la Independencia” y la 1982 del 26 de julio de 2019, que incluye a Charalá dentro de la Ruta Libertadora. También la Asamblea de Santander mediante ordenanza 028 del 30 de noviembre de 2016 institucionalizó la celebración del 4 de agosto en todo el departamento de Santander.

La conciencia de los Charaleños sobre la importancia de la batalla del Pienta ha crecido, en estos últimos años se puede sentir al visitar a Charalá, Los artistas plásticos, pintores y escultores de Charalá, han realizado innumerables obras que inclusive se pueden encontrar en las calles ya sea en murales o en  las  portadillas de los contadores de la luz, o en obras expuestas en la casa de la Cultura de Charalá. También han creado obras de teatro, que presentan en fechas especiales. En el puente moderno sobre el río Pienta se encuentra una escultura que expresa este hecho histórico. 





 

También gracias a las redes sociales, los charaleños han realizado videos que cuenta este suceso clave de la Independencia colombiana. 

Aquí algunos ejemplos. 

 

Con propósitos educativos, reproducimos el texto que se encuentra alojado en la página de  La Biblioteca del Banco de la República  y que registra así la batalla del Pienta. “El 4 de agosto de 1819 tuvo lugar en Charalá, Santander, la Batalla del Pienta. La población civil y las guerrillas del sector –entre ellas la guerrilla de Coromoro, organizada por Antonia Santos Plata–, jugaron un papel fundamental en este enfrentamiento. Según se manifiesta en algunos documentos, no participaron en estos sucesos los soldados más experimentados, entre los que se cuenta a Fernando Santos Plata, hermano de Antonia, pues ellos habían acudido al llamado de apoyo de los patriotas en Santafé, para participar en los hechos que nominalmente otorgaron la independencia el 7 de agosto de 1819. La batalla de Pienta se realizó en las inmediaciones del río de igual nombre, que pasa por el municipio de Charalá y sobre el cual se erigía un puente en el que presuntamente se enfrentaron los dos bandos de esta lucha por la independencia: el de los realistas, comandado por Lucas González, y el de los patriotas, al mando de Antonio Morales.

Después del combate, que varios investigadores coinciden en llamar masacre, hubo incontables muertos de los que hace mención el libro de defunciones de la parroquia de Charalá, y que crecen en número e importancia en los relatos de historiadores y personas del común que se han interesado por documentar esta batalla. Se cuenta que pobladores de otros municipios cercanos como Coromoro, Ocamonte, Cincelada, Riachuelo y Encino participaron también en este enfrentamiento. A pesar de esta devastadora pérdida, la ganancia para los patriotas fue el retraso que se le ocasionó a Lucas González quien debía acudir con sus hombres a apoyar a José Maria Barreiro en Boyacá. El factor tiempo se convirtió en enemigo de González, pues no alcanzó a brindar el apoyo requerido y, en cambio, tuvo que escapar cuando ya las tropas patriotas habían vencido en la batalla del puente de Boyacá y quedaba declarada la independencia de estos territorios de la Nueva Granada.

La batalla del Pienta es uno de los tantos ejemplos de escisión entre la historia oficial, contada desde el Centro y por quienes se establecieron en el poder, por un lado, y los relatos fundacionales del pueblo que se resienten por el olvido y la falta de reconocimiento de la época en cuestión y la historia posterior. Cabe señalar que mediante Ordenanza N° 028 de 2016 de la Asamblea Departamental de Santander se institucionalizó la conmemoración de la Batalla del Pienta y se instauró como fiesta regional; sin embargo, esta disposición es aún desconocida para muchos santandereanos. Finalmente, llama la atención el hecho de que este suceso ha sido materia de investigación de algunos escritores académicos, pero hay quizás muchos más productos audiovisuales, teatrales, literarios y artísticos construidos con la esperanza de guardar la memoria y legitimar estos sucesos históricos”.




 1-2 Vanguardia Liberal. Martes 06 de agosto de 2019 - 12:00 AM La Batalla del Pienta: la historia que no quedó en los libros.