Es un completo
misterio el nombre y apariencia del ser que allí aparece y es porque
sencillamente no se ve sino cómo se revuelca en el fango, al
igual que un marrano y de un momento a otro simplemente ya no está. Suele
elegir las horas de la madrugada para poner los pelos de punta, de quienes
cogen este atajo para ahorrar camino y los pone además a rezar padres nuestros
y ave marías con profunda devoción.
Esta leyenda se encuentra publicada en la revista “Al rescate
de mi cultura” publicada por la emisora comunitaria Guadalupe Stereo.
http://guadalupestereo.jimdo.com/
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